sábado, 30 de junio de 2012

El exorcista III: "Mi nombre es Legión... porque somos muchos..."

Desde que tengo uso de razón me han gustado las películas de terror y suspenso. El Exorcista, la más famosa de ellas, me fascina y pensé que nunca sería superada por alguna otra, hasta que ví su tardía y casi desconocida secuela: El Exorcista III, ambas inspiradas en novelas de William Peter Blatty.

Basada en la novela de William Peter Blatty, Legión, El Exorcista III transcurre en el año de 1990 (15 años después del exorcismo de Regan McNeil) y puede considerarse la verdadera secuela de El Exorcista, si ignoramos a la desafortunada e incomprendida (e incomprensible) El Exorcista II: el Hereje. El mismo Blatty dirigió esta tercera parte, misma que sin temor a exagerar, considero (y muchos también lo harán después de verla) la mejor en el género de thriller/misterio en la historia del cine.

Pero ¿por qué nadie recuerda o conoce esta película? Al menos aquí en Mexico no ha pasado por televisión abierta (o no lo recuerdo) y dudo que alguna vez se transmita... eso sí, nos recetan bien seguido Cañitas y la nueva/chafa versión de Hasta el viento tiene miedo, pero ese es otro tema (y más tétrico aún)...

Ésta es la novela en que se basa El Exorcista III. Fue editada en México por Edivisión y Editorial Diana en 1984 ¡y tuvo una segunda impresión ese mismo año! Supongo que la gente leía más que ahora...



Existen notables diferencias entre la novela y su contraparte cinematográfica: Legión, el libro, es 100% thriller/misterio con un toque "sobrenatural" y se basa en la trama policíaca que encabeza Bill Kinderman, el detective que aparece en la primera parte y ahora es el protagonista. En la adaptación cinematográfica, los productores quisieron insertar algo de gore y una escena de exorcismo dentro de la trama... mientras Blatty quería simplemente una película de terror atmosférica, los productores querían una súper producción estilo finales de los 80... el resultado: ambas cosas pueden percibirse en el El Exorcista III.

Ésta es la portada de la película en su edición anglosajona.



Yo poseo la misma en formato VHS. No está doblada al español, pero sí subtitulada. Un día (hace como 8 o 7 años) andaba de vago en el eje central, ví la trilogía completa y no dudé un minuto en comprarla. Es uno de mis grandes tesoros, aunque no más que la gata que aparece de colada en la foto.

Para familiarizar al público con la película y establecer un nexo entre ésta y la de 1973, los productores pensaron en traer a parte del reparto de la más antigua. Así, Jason Miller regresó para interpretar al padre jesuita Damien Karras; también se pensó en William O'Malley para retomar el papel del padre Joseph Kevin Dyer, pero éste no aceptó y el personaje fue interpretado por Ed Flanders; Lee J. Cobb, quién interpretara al teniente Kinderman en la primera parte había muerto ya, por lo que el papel fue interpretado por el magnífico actor George C. Scott (Patton, Gloria, etc.); a este gran reparto se suma la espléndida actuación de Brad Dourif (quién ha sido la voz de Chucky en todas las películas) como el "Asesino Géminis", uno de los villanos más increíbles jamás concebidos...


LA TRAMA.

La película no puede empezar de mejor manera... vemos al padre Dyer visitar las escaleras donde cayó el padre Karras tras el exorcismo de Regan McNeil y al teniente Kinderman recordando con nostalgia a este último; acto seguido, comienza un recorrido muy tétrico por una iglesia en donde vemos que "algo" provoca que se abra violentamente la puerta de la misma. Al parecer, este "ser" sale de ahí para recorrer la calle.

"Tengo sueños... con una rosa...y la caída por una larga escalera..." dice una voz. Esta frase es esencial para comprender la película.


Al terminar su sueño, vemos que el teniente está en la escena de un crimen, y es aquí donde comienza el terror... si no es que comenzó antes. Resulta que en "tiempos actuales" (en la novela 1983, la película 1990) una serie de asesinatos horripilantes, brutales, atroces y únicos han conmocionado al pueblo de Georgetown. Estos asesinatos son investigados por el teniente Kinderman, quien encuentra similitud entre estos crímenes y el Modus Operandi de un célebre asesino conocido como el "Geminis", quien había muerto en la silla eléctrica algunos años antes.

Kinderman y Dyer acostumbran ir al cine al menos una vez al año, con el propósito de consolarse mutuamente al recordar a Karras, gran amigo de ambos. Ese año deciden ver It's a wonderful life, la película favorita de Dyer. Después del cine van a comentar la cinta en una cafetería y durante su charla, Kinderman le cuenta a Dyer respecto al primer crimen brutal relacionado con el "Géminis". El primero en morir, de manera horrible, había sido un niño negro a quien estando vivo, pero inmóvil, le clavaron dos lingotes en los ojos para después decapitarlo; después, en lugar de su cabeza, le pusieron la de una estatua de Cristo y para finalizar lo crucificaron en dos remos. Kinderman, los criminalistas y las autoridades estaban en shock ya que se encontraban frente a un asesino descomunal, igual que en su momento lo había sido el "Géminis".

Después vemos al padre Kanavana, que al estar confesando a lo que parece ser una anciana, muere de forma similar ¿qué relación tienen el niño negro y el sacerdote?

El Padre Dyer decide internarse en un hospital "sólo para realizarse pruebas de rutina". Kinderman visita a su amigo y después, esa misma noche, tiene un sueño bastante extraño: está recorriendo un sanatorio, pero en lo que parece ser el cielo; hay ángeles que tocan la trompeta y otros instrumentos y también vemos que algunos de estos seres alados dicen algo así como "los vivos nunca escuchan lo que les tenemos que decir...". Kinderman se encuentra caminando por el etéreo lugar hasta que se encuentra a Thomas Kintry, el niño negro asesinado, lo saluda y le dice que lo extraña. El niño tiene costuras en el cuello, como si le hubieran cosido la cabeza que le fue cortada. El teniente continúa caminando y al final se encuentra con un "Ángel negro" (que no es el de la canción de Carlos Santana) que se encuentra "tirándole" las cartas al padre Dyer, a quien también le han cosido la cabeza... a la mañana siguiente informan a Kinderman que su amigo ha sido asesinado.

"No Bill. Yo no estoy soñando..."

Entre escenas vemos que el Padre Morning, experto en exorcismos, es "sútilmente" visitado por algún demonio. Esto ocurre en una escena medio tétrica que implica a un pajarito muerto (posiblemente del susto), un crucifijo que cae y sangra, y el presagio de una tormenta que se avecina. Morning, al parecer, ya esperaba este encuentro/revancha y se limita a mirar el horizonte de manera fija pero decidida ¿será que un exorcismo se avecina? 

El psiquiatra del hospital, el Dr. Temple, lleva a Kinderman hasta la celda número 11 del área de "Pacientes perturbados", una zona de máxima seguridad en la que está un paciente que fue encontrado deambulando 15 años atrás cerca de un puente y dice ser el mismísimo "Géminis". Kinderman lo visita y al verlo se sorprende de forma increíble ya que ¡es idéntico al padre Karras! ¿quién es el hombre que está en dicha celda?

El teniente Kinderman decide visitar al "Paciente X", quien en realidad es el padre Karras que no murió después de rodar por las escaleras. Kinderman le hace algunas preguntas y cuando le pregunta quién es en realidad, éste le contesta... "Soy Legión... porque somos muchos"; también le dice "tú ves al Padre Karras, pero tu poca fe no te deja ver en realidad quien soy..." el cuerpo es el del padre Karras, pero su espíritu es el del "Asesino Géminis", protegido por "El maestro". Esto hace que Kinderman dude de todo, por lo que acude desesperado ante un obispo en busca de ayuda y respuestas. Éste le dice que, probablemente, los asesinatos tengan conexión con el exorcismo realizado a la niña McNeil. El "Géminis" asesinaba a personas que tuvieran una letra "K" inicial en el nombre o apellido. El niño negro se llamaba Thomas Kintry; el padre asesinado en el confesionario se apellidaba Kanavan y el segundo nombre del padre Dyer era Kevin. Mientras prosiguen la plática, el reloj de la oficina del obispo se detiene provocando la extrañez de ambos... de pronto, en una escena excelentemente realizada, escuchamos aquella risita maligna de Regan después de que asesinó al Padre Merrin; también escuchamos susurros satánicos, algunos de ellos que dicen algo así como: "...exorcismo...",  "...espíritu...", otros susurros y "...Satán ...", etc. Kinderman sale del cuarto y se da cuenta que una puerta se abre sola, sigue el rastro y a lo lejos ve una figura negra parada. No hay luz alguna, pero entre tomas vemos que junto a Kinderman hay una estatua de alguien muy parecido al Guasón sosteniendo un cuchillo de forma tétrica. Kinderman sospecha que está frente a algo del otro mundo, después de todo, eso no sería tan extraño para él. A partir de este momento, la película se intensifica: una enfermera, de nombre Amy Keating es brutalmente asesinada en una de las escenas más memorables y atemorizantes de la película.

"...el sufrimiento de Karras mientras ve como corto y mutilo a sus amigos una y otra vez...!"

Kinderman decide tener una segunda conversación con el "Géminis", quien le cuenta cómo regresó a la vida... su "maestro", por sed de venganza, lo introdujo en el cuerpo de Karras mientras este se encontraba moribundo, pero hicieron falta 15 largos años para regenerar todas las células cerebrales y demás funciones vitales del destrozado cuerpo del padre, pero ¿cómo es que comete aquellos asesinatos si está encerrado? Kinderman le pregunta  al "Géminis" si Temple lo deja salir y el asesino sólo se ríe macabramente y le responde: "no... eso es gracias a unos amigos... viejos amigos...".
Kinderman revisa la zona de los ancianos catatónicos mientras es observado por una anciana visiblemente poseída. De pronto, a Kinderman le llegan frases a su mente... frases del Géminis como "...me ayudan viejos amigos...", "...yo soy sólo un viajero..." y "¿te gustan los bailes?", con lo que se acuerda de su hija Julie ¡Kinderman!, quien toma clases de danza... a continuación vemos que una siniestra y vieja enfermera se dirige a la casa de Kinderman con la intención de asesinar a su hija. Éste llega rápido a su hogar, pero al entrar con pistola en mano y todo, no encuentra nada raro. Danny, su policía de refuerzo, llega también pero Kinderman le dice que no pasa nada. Así pues, entra a la casa y su esposa al verlo alterado le pregunta "¿algo está mal?" y él solo responde "sí, que estoy loco". Su esposa replica "¿qué pasa? primero aquella enfermera que toca la puerta y se desmaya y luego tú!" Kinderman contesta "¿cual enfermera?" cuando de pronto vemos que la cámara enfoca a la enfermera poseída que está sentada junto a la hija de Kinderman, mientras Shirley, la suegra del teniente le pregunta "¿se va a quedar a cenar o qué?". Kinderman se acerca a la enfermera y la observa, pero esta sólo se limita a decir con un sollozo "por favor, ayúdeme". Kinderman se voltea y en una rápida escena se escucha la voz del "maestro" quien le dice "...es tan fácil poseer a las personas catatónicas... a ti te estaba esperando teniente, para que pudieras ver ésto...", entonces la enfermera poseída saca de su bolsa unas enormes tijeras quirúrgicas y las abre para intentar cortar la cabeza de Julie, pero Shirley jala del cabello a su nieta y la salva de ser decapitada (como las demás víctimas). Kinderman se abalanza sobre la anciana enfermera pero ésta le propina un golpe que lo deja fuera de combate; Danny, el robusto policía, también es aventado contra la pared de un sólo golpe. La enfermera regresa con Kinderman y comienza a ahocarlo hasta casi matarlo. El teniente ya está vencido cuando de pronto la enfermera se contorsiona violentamente, se retuerce y dice "¿qué es esto?" y al sentir más dolor grita: "MOOOOOOOOORRRRRRRRRRRNING!!!!".


Escena siguiente: vemos al padre Morning listo para un exorcismo. El "maestro" le dice "¿otra vez tú? [...] esta vez perderás...". Morning comienza el ritual y el "Géminis", ayudado por el "maestro", toma las riendas de la situación: a través de telepatía azota por las paredes al padre y lo avienta al techo donde queda pegado como si fuera una mosca. Ahí el "Paciente X" provoca que la espalada y una mejilla de Morning se queden pegados al techo, para así despellejarlo, reventarle la espalda y que se salgan todos sus órganos por detrás. Momentos después llega Kinderman decidido a poner fin a esto. Al entrar a la zona de los pacientes perturbados se abre automáticamente la puerta dela celda 11. Kinderman entra y encuentra una Biblia calcinada, mucha sangre y lo que parece se el cadáver del Padre Morning. El teniente saca su pistola y le dice "Reza por mi Damien, ahora eres libre..." pero antes de cortar cartucho el "Paciente X" lo avienta a la pared y le pregunta: "¿estoy ayudando a tu incredulidad?" Kinderman dice "Ayúdame Dios mío", y después le dice al Géminis "Sí... yo creo en la maldad, la peste, la infidelidad, la inhumanidad, la corrupción, creo en todo lo malo hijo de perra... creo... en ti! (Ellen Burstyn, quien interpretó a la mamá de Regan en la primera parte, tenía que decir esta frase en alguna escena y se negó rotundamente a hacerlo)". Momentos después caen rayos y se abre el suelo violentamente para que salgan personas que están en el infierno, visiblemente sufriendo, incluídos el niño negro crucificado y el padre Karras: una escena impactante. 

"Bill, ayúdame por favor..."

Todo parece perdido hasta que "una luz celestial", evidentemente ayuda de "Dios", ilumina el crucifijo del padre Morning y éste, arrastrándose, lo toma y lo apunta hacia el Paciente X/Géminis que sentencia: "otra vez tú, no vas a ganar... él muere (Kinderman)". Morning grita "¡Damien, lucha contra él, lucha!", lo que provoca un conflicto interior entre Karras y todos los demonios dentro de su cuerpo, los cuales son vencidos nuevamente por el jesuita, aunque sólo por un breve momento, pero el suficiente para que Damien grite desesperadamente: "¡Ahora Bill, mátame ahora, mátame!". Kinderman le dispara dos veces dejándolo moribundo y Karras le dice, con una voz apagada..."Ganamos. Ahora libérame...", el teniente le pone el revolver en la sien y le da el tiro de gracia. Después vemos que Kinderman y el sargento Atkins contemplan la tumba del Padre Karras, con la fecha correcta de su muerte: 1975, el día que cayó por las escaleras...


CONSIDERACIONES.

Muchos se quejan respecto a la escena final del exorcismo, no contemplada en la novela, pero ¿puede sobrar un exorcismo en una película con éste título?

La actuación es un punto muy fuerte en esta película: diálogos bien realizados que te pueden demostrar una relación fraternal y miedo, pero que te van a mantener enganchado respecto a la trama. Las conversaciones entre Kinderman y el Géminis son de lo mejor de la película: George C. Scott sostiene sobre sí todo el film y Brad Dourif interpreta magistralmente a un asesino serial lunático, escalofriante y aterrador que ahora contaba con la ayuda del otro mundo. Además, su tono de voz, ya siniestro de por sí, fue modificado vía departamento de sonido para escucharse más atemorizante. Todos los demás personajes están bien, en especial Ed Flanders como el Padre Dyer y  Nancy Fish, quien interpreta a la inamovible enfermera Allerton.

Tomas muy elegantes, una cinematografía esplendida y oscura, sobria y llena de detalles rojos (desconozco el motivo de ello). Las escenas de la Celda 11 son memorables, ya que únicamente consisten en una toma abierta que muestra a Dourif y Scott sentados, con sólo dos ventanas donde entra algo de luz solar... Hay muy buenos efectos especiales (a excepción de los truenos del final), pero las escenas de terror principales hacen recordar que lo más simple es lo más efectivo para crear miedo.


El problema principal con esta película es que, a pesar de que cuenta con escenas memorables que te pueden perturbar por años, está orientada para mostrar el desarrollo y progreso de sus personajes: se basa totalmente en sus diálogos y en la trama. Hoy en día, a la gente (y reconozcámoslo, en especial a muchos mexicanos) le da muuucha hueva pensar en ver una película de terror (o de lo que sea) abundante en diálogos, pues sólo esperan ver asesinatos, gore, etc. Ya nadie quiere tramas inteligentes (gracias Televisa, Azteca y compañía), ni hacer supocisiones en base a conversaciones y datos arrojados. Hoy día todo es más fácil... en esta película, si parpadeas, puede que te hayas perdido de algo muy importante.  

Si bien el Exorcista III no es perfecta, se adecúa perfectamente a la frase que reza: "la secuela puede ser mejor que la original". Yo, particularmente, me impacté demasiado cuando la vi y he de confesar que se me "revelaba" a cada rato, sentía como una sensación muy extraña... lo normal y testimonio inefable de lo que debe ser una muy buena película de terror.


jueves, 28 de junio de 2012

Y cómo han pasado los años...

Escombrando mis cosas encontré muchas fotos, entre ellas ésta de hace 10 años... el tiempo pasa en un abrir y cerrar de ojos; parece que hubiera sido ayer ...


...ahí estábamos en Palenque, Chiapas; al soldado que está a mi lado derecho le decíamos el "Ocosingo"... ¿Qué será de él?

Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.

A todos los mexicanos nos enseñan desde la primaria que el tlatoani de los mexica, Moctezuma Xocoyotzin, murió como consecuencia de un rocazo en la cabeza... sin embargo, en mi libro preferido: Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, el conquistador español Bernal Díaz del Castillo, su autor, nos brinda la que a mi parecer es la más emocionante, vívida y emotiva descripción sobre la muerte de Moctezuma que podemos leer... ¿"Perderías" algunos minutos de tu vida en leer ese emocionante relato y decirme si coincídes conmigo?


"...E dijo el Montezuma (Moctezuma): "Yo tengo creído que no aprovecharé cosa ninguna para que cese la guerra, porque ya tienen alzado otro señor e han propuesto de no os dejar salir de aquí con la vida; y ansí creo que todos vosotros habeís de morir". Y volvamos a los grandes combates que nos daban. Que Montezuma se puso a un petril de una azotea con muchos de nuestros soldados que le guardaban, y les comenzó a hablar con palabras muy amorosas que dejasen la guerra e que nos iriamos de Méjico, y muchos principales y capitanes mejicanos bien le conocieron, y luego mandaron que callasen sus gentes y no tirasen varas ni piedras ni flechas; y cuatro dellos se llegaron en parte que el Montezuma les podía hablar, y ellos a él, y llorando le dijeron: "¡Oh, señor y nuestro gran señor, y cómo nos pesa de todo vuestro mal y daño y de vuestros hijos y parientes! Hacémos os saber que ya hemos levantado a un vuestro pariente por señor." E allí le nombró como se llamaba, que se decía Coadlavaca (Cuitláhuac), señor de Iztapalapa, que no fue Guatemuz (Cuauhtémoc), el que luego fue señor. Y más dijeron que la guerra que la habían de acabar, e que tenían prometido a sus ídolos no la dejar hasta que todos nosotros muriésemos, y que rogaban cada día a su Huichilobos (Huitzilopochtli) y a Tezcatepuca (Tezcatlipoca) que le guardase libre y sano de nuestro poder; e como saliese como deseaban, que no le dejarían de tener muy mejor que antes por señor, y que les perdonase. Y no hobieron bien acabado el razonamiento, cuando en aquella sazón tiran tanta piedra y vara, que los nuestros que le arrodelaban, desque vieron que entre tanto que hablaba con ellos nos daban guerra, se descuidaron un momento de le rodelar de presto, y le dieron tres pedradas, una en la cabeza y otra en un brazo y otra en una pierna; y puesto que le rogaban que se curase y comiese y le decían sobrello buenas palabras, no quiso, antes cuando no nos catamos vinieron a decir que era muerto...".

Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Cap. CXXVI.

Un Blog de todo y nada.

Hola. Hace tiempo que tenía ganas de crear un Blog y por fin ha sido posible. Éste es un Blog de "todo y nada", pues publicaré en él lo que se me ocurra, agradeciendo de antemano, a cualquier persona que se tome unos minutos en leer  (y si es posible comentar) algo de su contenido. Comenzando...